Señales
Era invierno, domingo, paseando por el parque. Algo llamó mi atención, observé
cómo del cielo se arrancaba un trozo de nube. Descendió hasta tocar el suelo y
la bruma que la componía se deshizo dejando a la vista una guitarra. ...Qué
extraño que venga una guitarra desde los confines del mundo y en tan
estrafalario contenedor!
Con qué motivo? para quién? Sería para
el primero que la encontrara? O quien debía recogerla no había llegado aún por
aquí? Extraña fue su aparición y pensé que debía tener una misión que cumplir,
no aparecen guitarras del cielo cada día.
Me imaginé con ella, recorriendo
hospitales haciéndola sonar animando a la gente, tocando junto a personas sin
hogar, en las plazas de los barrios pobres... en mi mente le atribuía poderes
sanadores.
Observé la guitarra en el suelo,
finalmente di media vuelta, y por el rabillo del ojo pude ver, que detrás de un
árbol, salía una niña con un pie escayolado, acompañada de una señora mayor que
juraría era su abuela por su parecido. Sabían a lo que venían, quizás llevaban
días visitando el lugar. Las vi salir casi de inmediato a por ella. Me sentí
mal por habérmela querido apropiar, estaba claro que era para esa niña que venía
a paso más lento que yo, pero luego me sentí aliviado porque la guitarra ya tenía
dueña, y era seguro que ella sí sabía el sentido de su aparición. No pude
contenerme, volví y me paré frente ambas, interceptándolas pregunté a la niña
el significado de todo aquello. Me contó algo de un accidente, de sus padres en
el cielo y de ella pidiéndoles, en sus rezos, una señal.
Cinderella